domingo, 20 de octubre de 2013


Llega un punto en la vida en el que oficialmente, eres adulto. De repente ya eres mayor para votar, beber y tomar parte en actividades de adultos. De repente, la gente espera que seas responsable, serio, un adulto. Crecemos, envejecemos. ¿Pero acaso maduramos de verdad? De cierta manera, crecemos. Formamos familias. Nos casamos, nos divorciamos. Pero la mayoría de veces, seguimos teniendo los mismos problemas que cuando teníamos 15 años. No importa cuánto crezcamos, o cuánto envejezcamos… Siempre estamos tropezando. Siempre estamos haciéndonos preguntas. Eternamente… jóvenes



Todos recordamos los cuentos de nuestra infancia. El zapato le cabe a Cenicienta, la rana se convierte en Príncipe, a la Bella Durmiente la despiertan con un beso. Érase una vez y vivieron felices; la materia de la que están hechos los sueños. El problema es que los cuentos no se hacen realidad; las otras historias, ésas que comienzan en noches oscuras y tormentosas y tienen un final atroz, son las que parecen convertirse en realidad.

jueves, 3 de octubre de 2013

Quizá estemos agradecidos por las cosas familiares que conocemos, y quizá estemos agradecidos por las cosas que nunca conoceremos. Al final del día, el hecho de que tengamos coraje para mantenernos en pie es razón suficiente para celebrar.